En la realitización de los blogs (una vuelta a los orígenes) Tamara di Tella decidió darnos una sorpresa: en su espacio en Clarín nos quiere ayudar a los hombres a que aprendamos a cocinar. Pero como ella no sabe hacer ni un té, llamó a Teresa (foto) para que nos explique:
– ¡Teresa! ¡dejá de lavar los calzoncillos de Torcuato que te necesito para mi blog!
– ¿¡Para dónde señora!?
– Vos prepará la cena como siempre que yo te voy a hacer algunas preguntas. ¡Vas a hacerte famosa!
– Como usted diga señora.
Pero Josefina Pilates no le hace hacer a Teresa una hamburguesa o una pizza. No. Quiere que nos sumerjamos, así, sin escalas, en la cocina paraguaya, obvia especialidad de Teresa.
¿Que función cumple la dueña del blog aquí si la que hace todo es la otra? Guardaespaldas. La mira desde arriba (porque es más alta) y cada tanto se pone de perfil o cruza los brazos. Teresa nunca mira a la patrona a la cara, seguramente porque está demasiado concentrada en la elaboración del Yukesú Mandió.
Caballeros: si desean aprender a cocinar Riguazú Borí, Soó Apuá, Riguazú Caé o Payaguá Mascada vayan aquí que Teresa les enseña y Tamara les sonríe. Por mi parte, me voy a cocinar unos Chikenitos. Un día de estos les enseño a hacerlos…