Los escándalos políticos, la vida privada de los famosos y los sucesos truculentos son la materia prima de la que se nutren los tabloides, un tipo de periodismo amarillista que millones de británicos consumen con devoción cada día.
Pero este martes, los excesos de este tipo de periodismo se convirtieron, ellos mismos, en noticia: en 2002, la publicación sensacionalista semanal News of the World presuntamente «hackeó» el teléfono de la adolescente desaparecida Milly Dowler, quien posteriormente aparecería asesinada.
«Se alega que un investigador privado llegó a borrar mensajes de voz del teléfono de la chica para hacer espacio en la memoria y poder escuchar otros. La familia de la joven asegura que eso les dio falsas esperanzas porque pensaron que su hija todavía estaba viva y borraba ella misma los mensajes», señala la reportera de la BBC Naomi Grimley.
Esta información, publicada por el diario británico The Guardian, da un giro inesperado al caso de las escuchas ilegales («hacking saga» en inglés), que viene de largo.
Un caso de larga data
En los últimos años, News of the World –parte del grupo mediático News Corp., propiedad del magnate Rupert Murdoch- fue acusada de numerosos casos de escuchas ilegales.
En 2007, el detective privado Glenn Mulcaire, presuntamente contratado por el semanal, fue condenado a prisión por interceptar mensajes de voz a la familia real británica.
Desde entonces, la trama se ha ido desgranando y se han ido sacando a la luz escuchas a políticos y famosos.
Pero hasta la fecha, este asunto había sido visto por muchos como algo casi «profesional».
Giro radical
«Estas acusaciones han cambiado el carácter, si no la naturaleza, de la ‘hacking saga’ y ha conmovido a muchos en Westminster (la sede del gobierno británico) que hasta ahora lo veían como una cuestión de interés sólo para aquellos interesados por la ética mediática y la privacidad de los famosos«
Nick Robinson, editor de política de la BBC
Ahora, de confirmarse las últimas acusaciones, el caso trascendería los límites del debate en torno al ejercicio del periodismo y plantearía cuestiones legales y éticas de fondo.
«Estas acusaciones han cambiado el carácter, si no la naturaleza, de la ‘hacking saga’ y ha conmovido a muchos en Westminster (la sede del gobierno británico) que hasta ahora lo veían como una cuestión de interés sólo para aquellos interesados por la ética mediática y la privacidad de los famosos», señala Nick Robinson, editor de política de la BBC.
Como consecuencia de las últimas acusaciones, el caso está tomando nuevos derroteros. Este martes, la policía se reunió con ejecutivos de News of the World como parte de la investigación.
Para muchos, en este momento, una de las preguntas clave del caso es quién autorizaba las escuchas y hasta qué punto los editores y directores del periódico eran conscientes de estas prácticas.
«La presión está aumentando sobre Rebecca Brooks, directora ejecutiva de News Corp. en el Reino Unido, quien fuera editora de News of the World en el momento en que sucedió el incidente. Brooks también es amiga del primer ministro, David Cameron», indicó Grimley.
Cadena de responsabilidades
«Tengo que decir que me produce repugnancia que estos hechos presuntamente hayan sucedido. No porque yo fuera editora de News of the World en aquel momento, sino por el efecto devastador sobre la familia de Milly Dowler si las acusaciones son ciertas«
Rebecca Brooks, directora ejecutiva de News Corp. para el Reino Unido
El grupo mediático se mostró «muy preocupado» por estas acusaciones y aseguró estar colaborando plenamente con la policía.
«Tengo que decir que me produce repugnancia que estos hechos presuntamente hayan sucedido. No porque yo fuera editora de News of the World en aquel momento, sino por el efecto devastador sobre la familia de Milly Dowler si las acusaciones son ciertas», dijo Rebecca Brooks.
David Cameron también manifestó su rechazo a este tipo de acciones.
«Si esto es cierto, es un acto espantoso y una situación espantosa», aseguró el primer ministro, quien se encuentra de visita oficial a Afganistán.
Desde la oposición, Ed Milliband, el líder laborista, exigió una investigación completa y pidió a los directivos de de News of the World que «examinen su conciencia».
Momento delicado
El resurgimiento del escándalo de las escuchas ilegales llega en un momento delicado para News Corp.
Esta semana se cierra el plazo para que las autoridades británicas decidan si permiten que la empresa de Rupert Murdoch tome el control de la cadena de televisión BSkyB.
«Los asesores de la Secretaría de Cultura aseguran que la única consideración que se tendrá en cuenta en la decisión es el impacto que esa operación pueda tener sobre la pluralidad mediática’, en otras palabras, sobre el número de voces diferentes en los medios», apunta Robinson.
Sin embargo, algunos sugieren que, tras las revelaciones realizadas por The Guardian, el caso de las escuchas ilegales podría llegar a tener consecuencias en diversos ámbitos, no sólo el mediático, sino también el económico y el político.
«Durante mucho tiempo esta historia unió a quienes eran hostiles al imperio de Murdoch y a quienes estaban enfadados porque dejó de apoyar a los laboristas y respaldó a los conservadores (…). Ahora, Murdoch, Brooks y Cameron se dan cuenta de que las escuchas ilegales pueden despertar el interés de lectores horrorizados, de espectadores y de votantes», indica Robinson.