«Una vez en quinto grado, en la hora de Lengua, la señorita Nélida nos pidió que completáramos una historia a partir de esta consigna: ‘los exploradores apartaron las ramas, y detrás apareció la ciudad perdida’.
Toda la clase continuó con la historia de los exploradores. Hernán [Casciari] se quedó en las ramas, y contó la historia de dos hormiguitas que cayeron al vacío, a causa del manotazo de un explorador. En ningún momento habló de la ciudad perdida. Las únicas protagonistas del cuento fueron esas dos hormigas.
Al día siguiente la señorita Nélida llamó a Chichita para decirle ‘no tiene nada que ver con lo que pedí, pero lo que hizo tu hijo es genial’.» (el Chiri)