El tiempo es impiadoso. Y más en Argentina.
Carlos Menem, después de gobernar más de una década Argentina y jactarse de no haber perdido nunca una elección, ayer salió tercero en su provincia.
Mariano Grondona, el otrora influyente analista político, observador y protagonista de la historia argentina de las últimas décadas, languidece en el cable. Cuando los imitadores tipo Artaza o Sapag lo parodiaban, se agarraban de su obsesión por la etimología. Hoy aprendimos que ni eso es cierto. Lucila Castro, en la propia casa de Mariano Grondona, el diario «La Nación», lo corrigió no una, sino dos veces, por etimologías mal usadas.