Para festejar sus diez años online, Clarín decidió espantar a sus lectores. Así lo logró:
- Pasó de un diseño extremadamente abigarrado a uno extremadamente despojado, sin escalas.
- Escondió su edición impresa, de más calidad y mayor producción que la online.
- Privilegió los cables de agencia, que aparecen en casi todos los portales de noticias, justificándose en el fetiche del «Último momento».
- Introdujo elementos «de vanguardia» como nubes de etiquetas o podcasts todavía inentendibles para la mayoría de los lectores de Clarín.
- Decidió ordenar las noticias cronológicamente (en lugar de por importancia)
Pero lo más indignante es que se olvidaron(?) de la página dedicada a cada sección del diario (salvo deportes).
Como un servicio desinteresado a la comunidad, Malas Palabras ha diseñado un «Localizador de secciones para usuarios de diarios online rediseñados sin criterio».
¡Que lo disfruten!