Esta semana algunos kioscos argentinos colgaron el fascículo 15 de la colección «Taxis del mundo». Es el turno del modelo porteño, un Peugeot 404 de 1965:
Aunque en el ’65 yo ni siquiera había nacido, me parece que el circulito amarillo en la puerta es posterior, de la época Cacciatore, creo. Corríjanme si me equivoco.
Pero tengo otra duda: ¿quién compra esta colección? ¿hay tanta gente que se gasta 15 mangos todas las semanas en un matchbox?
Mi teoría es que gran parte de los compradores son los mismos taxistas, lo que abre un nuevo nicho no explorado que se suma a «Ratones de Biblioteca» y «Sebreli»: una revista hecha especialmente para los tacheros.
Es que ahora que Radio 10 apoya a Kirchner, hace falta otro medio de comunicación que los represente. ¿Por qué no una revista? Además podrían ponerla en el asiento de atrás como un servicio a los pasajeros y un punto de partida para discusiones durante el viaje. Los anunciantes habría que buscarlos por la calle Warnes.
Les presento la tapa de «Revistaxi», la revista de los taxistas:
