El diario La Nación, que gusta hacer gala de la moral y las buenas costumbres, decidió tirar todo por la borda. Como si un vaho de alcohol se hubiera posado en sus páginas, este último día de 2009 leemos con estupefacción la apertura de su suplemento de Espectáculos:
El título, de apariencia inocente, oculta una coma latente que transformaría todo el sentido de la frase:
Al dar vuelta la página, la ambigüedad es todavía mayor:
Y, como si esto fuera poco, al pie de la misma página titulan e ilustran la crítica de «Valientes» así:
Señor director: esperemos que esto sólo sea un desliz, propio de los festejos etílicos del cambio de año. Por favor, que la Sodoma y Gomorra troskoguevarista no logre someterlos. Son el único refugio que nos queda…