Cuando creíamos que la ubicuidad publicitaria ya había cubierto todos los lugares que podía cubrir, nos anoticiamos de un nuevo espacio disponible.
Assvertisign (o la traducción que propongo, culicidad) podría definirse como «hombre-sandwich meets Adriana Brodsky». Consiste en una operación de marketing que saca provecho de las miradas masculinas más concentradas y devotas:
Esto no es una broma. Es una idea de Night Agency, una agencia de publicidad de New York. Ya fue utilizada en varios países (la foto de arriba es de una campaña italiana) y clientes de la talla de Kodak la usaron en ferias y convenciones:
El cliente que decida fijar su marca en la retina de los clientes siguiendo esta modalidad, puede incluir un logo, una dirección web o un mensaje breve (tampoco da para una solicitada).
Las modelos circulan por lugares públicos (no recomendamos testearla en las calles del conurbano bonaerense) y cada tanto se encorvan, dejando a la vista de todos el mensaje a transmitir, mientras exclaman un «¡miren esto!», «¡ey!» o el slogan de la compañía. Acá vemos a un camionero en Manhattan en plena lectura:
Por supuesto, también las mujeres son consumidoras (de productos y de culos). Y tampoco olvidemos al codiciado colectivo gay:
A pesar de lo promisorio de estas campañas publicitarias, las desaconsejamos para promocionar salchicas, laxantes o perfumes.