Era hora de que la industria juguetera se hiciera cargo de la brecha entre el anabólico G.I. Joe (o Joe el Super Temerario) y el metrosexual Ken.
LeisureJoys se ocupa de reivindicar al tercero en discordia en todo conflicto bélico: el corresponsal de guerra.
Ahora podrá mostrarle a sus hijos que el periodismo puede ser una profesión arriesgada y no sólo refritar cables y burlarse de los turistas en Alemania.
Pero si considera que todo lo que tenga que ver con la guerra es violento para un chico, puede probar con un muñeco de Michael Moore:
Es cierto que el Lanata yanqui no va a ser candidato a la decapitación a manos de grupos fundamentalistas, pero las corporaciones a veces pueden ser más vengativas, por lo que todavía necesite algo más moderado. ¿Qué tal un intelectual?
Tiene razón: también los intelectuales son perseguidos (dicen que un buen castañazo duele un rato, pero que las palabras hieren para siempre) y no quiere que su hijo sufra eligiendo un modelo de vida equivocado.
Si todavía desea algo más tranquilo, con el máximo reconocimiento y la mejor paga para que él tenga como modelo, puede regalarle un muñeco personalizado de conductor de noticiero de tv aquí, aquí o aquí. Acuérdese de decirle al fabricante que las piernas no son necesarias.