«Pepino vio al que había sido uno de sus mejores amigos parado en la puerta de una verdulería. Tenía una naranja en la mano, la tiraba al aire y la atajaba una y otra vez como si en eso se le fuera la vida. Un nene de ocho años atendía a una clienta. Por un segundo Pepino pensó que el nene era su amigo y el adulto el padre. De inmediato entendió que era su amigo el que se había convertido en padre, y que hacia atrás y hacia adelante todos eran y serían iguales». (La Maldición de Jacinta Pichimahuida)
Categoría: citas
Libertad de ofensa
«En Estados Unidos siempre va a haber alguien o algún colectivo que va a sentirse ofendido con algo que digas así que no puedes estar pendiente de eso.» (Matt Groening)
El mercado de la carne
«Es un misterio saber qué hubiera pasado si al principio hubiéramos mostrado colas en lugar de tetas y vendíamos el triple. Este año hay una seguidilla de colas. Visualmente, parece, el mercado coincide: pide colas.» (Norberto Chab)
Ensayo y error
Ezequiel Araujo dejó el estudio en segundo año de la secundaria, cuando le quedó Música como materia previa. Por eso, aún hoy sigue sosteniendo: «No volví porque no me dejaban experimentar. Mi motor es el error«. Aunque su vuelco completo a la producción se dio a partir de 2004, cuando se alejó de El Otro Yo («ahí empecé a producir, pero ellos nunca lo reconocieron»), el ex Avant Press y actual Imperfectos ya trabajó con Intoxicados, Cadena Perpetua, Antonio Birabent y otros. ¿Podría producir a La Renga? «Sí, si tienen ganas de jugar y equivocarse. Lo que pasa es que hay artistas que pueden equivocarse y está todo bien, como Charly y Pity. Pero Divididos no podría, la gente se los condenaría«. ¿Qué cosas tendrían que estar dispuestos a hacer? «De todo. Hace poco metí un micrófono en el tacho de basura. Después comentaban qué buen sonido había sacado. ¡El verdadero sonido trash!».
¿Por qué lo votó a él y a mí no?
«La envidia es la base de la democracia. Heráclito afirma que habría que ahorcar a todos los habitantes de Éfeso por haber dicho «ninguno de nosotros estará antes que los demás». El movimiento democrático en los estados griegos debió de inspirarse casi por completo en esta pasión. Y lo mismo se puede decir de la democracia moderna. Es cierto que hay una teoría idealista, según la cual la democracia es la mejor forma de gobierno. Yo mismo creo que esta teoría es cierta. Pero no existe ningún aspecto de la política práctica en el que las teorías idealistas tengan fuerza suficiente para provocar grandes cambios; cuando se producen grandes cambios, las teorías que los justifican son siempre un camuflaje de la pasión. Y la pasión que ha dado impulso a las teorías democráticas es, sin duda, la pasión de la envidia. Lean ustedes las memorias de madame Roland, a quien se representa con frecuencia como una noble mujer inspirada por el amor al pueblo. Descubrirán que lo que la convirtió en una demócrata tan vehemente fue que la hicieran entrar por la puerta de servicio cada vez que visitaba una mansión aristocrática.» (Bertrand Russell)
Felicidad vs. Significado
Llega un momento en que un hombre debe preguntarse si prefiere una vida de felicidad o una vida de significado. Querer ambas no es posible, son dos caminos diferentes. Para ser verdaderamente feliz, un hombre debe vivir absolutamente en el presente. Sin importar lo que dejó atrás o lo que le espera. Pero en una vida de significado un hombre está condenado a regodearse en el pasado y a obsesionarse con el futuro. (Mr. Linderman)
Soda o Los Palmeras
Cuando Skay empieza a mostrar un montón de discos desordenados sobre una cómoda, entre CDs. de Syd Barrett, Chemical Brothers, Goran Bregovic y Muse, asoma uno de Los Palmeras. «Tienen una versión de La bestia pop alucinante. Pero en serio. No es snob lo que te digo. Es buenísima la versión».
Vivir para contarla
«Para un escritor no hay experiencia mala» (Mario Vargas Llosa)
El sexo medido en pulsos
Tiene que durar más que…
cinco minutos.
Pero menos que…
una de mis conversaciones telefónicas. (Carla Czudnowsky)
La historia narrándose
«En el proceso de creación de mis textos, no existe una planificación consciente o voluntaria, sino que escribo tratando de prestar atención a lo que surge; la voluntad la aplico en la etapa de corrección.» (Mario Levrero)