«A mí el mate me mata, me deprime, es la bebida menos filosófica que existe, llenarse la panza con agua caliente, sí ya sé, he dado clases en el Uruguay, todo el mundo chupando, con ruidos a sorbos corales, dan ganas de meterles cicuta en la yerba para que sepan lo que es el pensamiento socrático.» (Tomás Abraham)
Categoría: citas
«El rock and roll es una combinación de buenas ideas desecadas por modas pasajeras, basura inmunda, un espantoso mal gusto y falta de criterio, credulidad y manipulación, momentos de increíble lucidez e inventiva, placer, diversión, vulgaridad, exceso, novedad y absoluto agotamiento» (Greil Marcus)
El País(.com)
Finales de mayo de 2002: «No es justo que los lectores que compran el diario en papel costeen a los que lo leen por el ordenador» (Juan Luis Cebrián)
Principios de octubre de 2007: «Es obvio que el futuro pasa por Internet. El mayor impulso de crecimiento ha de venirnos del sector audiovisual y de Internet» (Juan Luis Cebrián)
Tres tristes traiciones
«Los periodistas justifican su traición de varias maneras y según su temperamento: los más pomposos hablan de libertad de expresión, los menos talentosos, de arte y los más decentes murmuran algo sobre ganarse la vida.» (Janet Malcolm)
¿Quién puede ofenderse por un chistecito?
«No soy un transgresor, pero tampoco me gusta la hipocresía. Prefiero creer que soy subversivo. Me gusta usar la comedia porque permite ser crítico sin sermonear.» (Frank Oz)
Argumentos con fecha de vencimiento
«Resulta fácil convencer a los hombres de una cosa, pero muy difícil mantenerlos convencidos.» (Maquiavelo)
«Uno de los primeros trabajos de Hadad en los medios fue en la producción de Tiempo Nuevo. Cuando el joven productor se ganó una beca para estudiar en la Universidad de Navarra, en el año 1986, Neustadt le facilitó una plata para el pasaje y le ofreció que hiciera salidas al aire en su programa de radio [..] Después de muchos años de enfrentamientos, Neustadt aceptó en 2006 trabajar para su antiguo empleado, ocupando un espacio los días domingos en Radio 10. Pero a los pocos meses se arrepintió de haber aceptado, y cuando lo entrevisté seguía reclamando los 600 dólares que Hadad nunca le devolvió de aquel viaje a España» (María O’Donnell, Propaganda K)
Trabajar para Tinelli
«Con Tumberos terminé con capítulos absolutamente políticos, donde tocaba temas como la guerrilla, la revolución y de fondo ponía canciones de Daniel Viglietti. Creo que en el último capítulo Tinelli me llamó y pidió que controláramos un poco lo que estábamos poniendo en el aire, porque lo habían llamado por teléfono comentándole algunas cosas que le parecían demasiado fuertes. Lo que pasa es que Tinelli no veía Tumberos y si lo veía no lo entendía. De hecho, mucha gente no la entendió. Se quedaron con la cuestión de la marginalidad en las cárceles, cuando eso era lateral. Tumberos trató de ser una metáfora de la historia argentina.
[Con Disputas] había pensado en una serie volcada por completo a la comedia, y mis referencias eran los uruguayos de Telecataplum, Matrimonios y algo más, Moria, Olmedo. Pero los otros pensaban algo distinto. Sebastián Ortega quería hacer una cosa muy oscura con las putas drogándose todo el tiempo. Y Tinelli quería hacer una comedia costumbrista. A esa altura eso era realmente un puterío. Entonces, aproveché e hice lo que quise. Y ahí me cortaron las piernas, como diría el Diego. Me rebotaron los dos primeros capítulos y frené el rodaje porque me estaban internando pidiéndome todos cosas distintas. [..] Presenté la renuncia. Y no me la quisieron aceptar. Para mí el primer capítulo quedó bien pero el dos y el tres son definitivamente una porquería. Y los guiones cada vez se ponían más ordinarios.» (Adrián Caetano)
Las palabras dejalas para las canciones
«Hablar de música es como bailar de arquitectura» (Frank Zappa)
Self made man
En la sociedad de consumidores nadie puede convertirse en sujeto sin antes convertirse en producto, y nadie puede preservar su carácter de sujeto si no se ocupa de resucitar, revivir y realimentar a perpetuidad en sí mismo las cualidades y habilidades que se exigen en todo producto de consumo. La «subjetividad» del «sujeto», o sea su carácter de tal y todo aquello que esa subjetividad le permite lograr, está abocada plenamente a la interminable tarea de ser y seguir siendo un artículo vendible. [..] La tarea de los consumidores, por lo tanto, y el principal motivo que los mueve a dedicarse a la interminable actividad de consumir, es alzarse de esa chatura gris de invisibilidad e insustancialidad, asomar la cabeza y hacerse reconocibles entre esa masa indiscriminada de objetos no diferenciables que «flotan con igual peso específico» y captar así la atención (¡voluble!) de los consumidores… (Zygmunt Bauman)