Cada signo de puntuación tiene una personalidad. El punto es autoritario; el signo de interrogación, cobarde; los puntos suspensivos, histéricos; los acentos, promiscuos y el signo de admiración, algo bobo.
Por eso, hablar de un signo de puntuación jodido no debería sonar raro. Se trata de ؟, o el signo de ironía. Data de fines del siglo XIX y aunque casi nadie lo haya usado, debería implementarse en la escritura cotidiana.
En su entrada en Wikipedia se arriesgan varias teorías de por qué nunca se adoptó masivamente. Se dice que una buena escritura irónica no debería tener necesidad de apelar a un signo o que muchas veces la ironía abarca un texto completo mas que a una frase, lo que carece de sentido: también podría argumentarse lo mismo con los signos de pregunta y de admiración. Más atendible es otro de los motivos, que muchas veces la gracia de la ironía está en no remarcarla, sino en dejarle ese sentido a quien la entienda. O las razones prácticas: el desconocimiento del signo, su ausencia del teclado y la existencia de signos alternativos similares, como el emoticón ;-) o el signo (!), de uso en el Reino Unido.
Pero lo cierto es que no es lo mismo «¡No comiste nada!» (no tocó el plato) que «No comiste nada؟» (repitió cinco veces). Escribir igual una frase con sentidos opuestos se debería poder diferenciar de alguna manera.
«Los pintores aseguran que los movimientos y arrugas que nuestro semblante adopta cuando lloramos son los mismos que cuando reímos, y en verdad antes que la risa o el llanto acaben de borrarse del rostro, consideradlos con detenimiento, y quedaréis perplejos sobre lo que va a hacer la persona afectada por uno u otro sentimiento. El exceso de risa va mezclado de lágrimas.» (Michel de Montaigne)
«Dar noticia y razón de nuestra tan compleja realidad contemporánea y hacerlo con la urgencia que imponen los usos informativos y con la brevedad a que obliga la parvedad del espacio y del tiempo de que se dispone, además de destinar el producto resultante a un público indiferenciado y masivo es configurar un destino mediático presidido por la simplificación y la banalidad». (José Vidal-Beneyto)
Los amigos del barrio pueden desaparecer,
los cantores de radio pueden desaparecer,
los que están en los diarios pueden desaparecer,
la persona que amas puede desaparecer.
Los que están en el aire pueden desaparecer, en el aire,
los que están en la calle pueden desaparecer en la calle.
Los amigos del barrio pueden desaparecer,
pero los dinosaurios van a desaparecer.
Los medios tradicionales se ocuparon de Bernardo Neustadt con una moderación que no se merecía. «Polémico» fue la palabra que eligieron para recordarlo. Con esta neutralidad de pacotilla termina siendo lo mismo un Neustadt que un, digamos, Fontanarrosa. Si Neustadt fue «polémico» ¿qué dirán cuando muera Videla?¿»Falleció el transgresor presidente»?.
Curioso que entre todas las frases del Bernie que eligió Clarín para recordarlo, no hubo ninguna de los tiempos del Proceso. ¿Curioso?
Chiche Gelblung se anotó su segunda entrevista póstuma (la anterior fue a Guinzburg), lo que aconseja no dejarse invitar a «De dónde vengo» si se pretende tener una vida duradera. Más que reportaje, lo de Gelblung fue una penosa chupada de medias al creador de «Tiempo Nuevo» pero, encima, aburrida. A la misma hora valía la pena ver a Samuel «Droopy» Gelblung en el 9, contando el puterío de Francis Ford Coppola en Argentina, algo vaticinado hace rato por este blog.
En el sitio Minuto Uno, también de Chiche, usando el truco de Bobby Fischer se ve que el redactor primero tituló de un modo parecido que en este blog («Paradojas de la vida, en el Día del Periodista, murió el controvertido Bernardo Neustadt»), pero después (¿llamado mediante?) cambió por algo más neutro.
«Si digo que Videla -y lo digo- es ‘lo mejor que nos pudo pasar’, por su moderación, por ser un ‘hombre ubicado’, porque es moral y pragmático, porque no tiene vocación totalitaria, entonces ‘soy oficialista’. Si digo que el almirante Emilio Massera es una ‘mentalidad abierta’, inteligente, lúcido, hábil, enseguida me rotulan de ‘trabajar para la Marina’. Así, la Argentina no tiene remedio…» (Bernardo Neustadt, marzo de 1976)
rechazarse los regalos y atenciones que pudieran ofrecerse como resultado de su trabajo o sus conexiones profesionales. Corresponde devolver al remitente los regalos con una explicación sobre los principios de ética periodística que impiden aceptar cualquier tipo de retribución de terceros.
aunque con una salvedad
Podrían exceptuarse de esta regla los obsequios de cortesía, siempre que su valor no exceda los 30 dólares estadounidenses.
Por eso, para que los empresarios desinteresados puedan homenajear a los representantes del Cuarto Poder en su día, es que este blog sugiere algunos obsequios originales por debajo del tope fijado por FOPEA:
Para periodistas lectores
El de los periodistas es uno de los últimos oficios que todavía mantiene esa extraña conducta de mover páginas de derecha a izquierda. No es una regla general: Fantino, Andino, Polino y seguramente otros colegas terminados en «ino» constituyen numerosas excepciones. Pero, aunque no les guste la lectura, recibirán de buen grado alguna de las recomendaciones que hace el sitio listanity, de diez libros locos desconocidos:
Si le interesa ser un periodista famoso pero le falta carisma, nada mejor que recibir para este día un Smile On A Stick, un presente de apenas dos dólares y medio. Se trata de un palito que tiene en su parte superior una boca sonriente o adusta para reemplazar a la propia ante cámaras:
Así, si su ejemplo de periodista es Andy Kustnezoff, Mario Pergolini o Bambino Veira, preferirá recibir este modelo:
Si, en cambio, le interesa emular a Santo Biasatti, Joaquín Morales Solá o Gustavo Sylvestre, rece para que le obsequien este:
Para la vieja guardia
Si el regalo es para un periodista cercano a la jubilación, pero que se empeña sin éxito en adentrarse en las nuevas tecnologías, nada mejor que invertir 3,99 dólares en este Paper Email:
De esta manera, la transición hacia el periodismo digital no será tan brusca y puede ir practicando cómo se llena un email con este simpático anotador. Una vez que logró llenarlo sin problemas, es hora de pasar a la próxima lección: cómo encender la computadora.
Para vagos
En el ADN de todo periodista está escrita su adicción a la cafeína. Regalar una taza no sería lo suficientemente original para este post. Por eso, si el destinatario del regalo es muy perezoso o está siempre demasiado ocupado, por casi 20 dólares se le puede regalar una taza que se mezcla a sí misma. Play en el video para verla en acción:
"Los talleres literarios, sobre todo cuando se llaman ‘de escritura creativa’, son los nuevos hospitales psiquiátricos. [..] Una de las primera cosas que uno advierte es que cuando pone la televisión y se entera de que un estudiante se ha vuelto loco y ha matado gente con una ametralladora en un campus de los Estados Unidos, siempre se trata de un alumno que asiste a esos cursos" (Hanif Kureishi)
A dos años de lanzado y a días del Día del periodista, es una buena ocasión para repasar el estado de “El juego de los periodistas”, una propuesta de este blog para entretenerse en la oficina.
Se trata de optar entre dos periodistas elegidos al azar. Un ejemplo:
Una vez que se hizo click en la foto preferida, se verán los resultados en el margen izquierdo de la pantalla siguiente:
y aparece una nueva batalla para volver a jugar. En la parte superior de la pantalla se accede a los Ganadores y Perdedores, es decir, a los que ganaron y a los perdieron mayor cantidad de batallas:
Lanata y Guinzburg son los únicos que se mantuvieron en el top 5 desde el comienzo. Zlotogwiazda y Tenembaum bajaron a los puestos 7 y 8, y Biasatti desapareció del top 10 (está decimocuarto).
Entre los perdedores de las primeras votaciones descollaban:
Oscar González Oro
Bernardo Neustadt
Mauro Viale
Rolando Graña
Luis Pedro Toni
Y ahora:
Oscar González Oro
Bernardo Neustadt
Daniel Hadad
Mauro Viale
Mariano Grondona
Casi los mismos, y exactamente igual que los resultados de un año atrás.
Festejen el Día del Periodista jugando a este adictivo pasatiempo y juzguen también ustedes a los mejores y peores de la profesión.
Con el retorno de los compilados caseros, ahora virtuales, los que alguna vez usaron un cassette de verdad, esa reliquia, ahora traspasan su música a la red y comparten sus selecciones con el mundo.
Una versión evolucionada es construir entre todos el mejor mixtape de una categoría. Por ejemplo, en Gawker propusieron a sus lectores hacer la mezcla con los temas más tristes que existen. Si alguien veía un tema que no era lo suficientemente bajoneante, podía borrarlo y subir uno mejor. El resultado (preparen los pañuelos) se puede escuchar acá. Las doce canciones ganadoras fueron:
1. Lhasa – De Cara a La Pared (Face to the Wall)
2. Elliott Smith – Half Right
3. Bon Iver – Re: Stacks
4. Gary Jules – Mad World
5. Mad Season – Wake Up (Live)
6. Eels – Dust Of Ages
7. Josh Rouse – Sad Eyes
8. Tom Rosenthal – Heaven Boring
9. Vicki Carr – It Must Be Him
10. Julie Doiron – sin título
11. Wonderful Smith – sin título
12. Aimee Mann – Wise Up
pero en los 264 comentarios del post hay canciones tristes para tirar p’al techo (o, mejor, para arrojar al subsuelo).