Cuando un lugar se está llenando de pendejos, el viejo sos vos
(elfaco)
Hoy es el último día que tengo 30 y pico. Y aunque dicen que los 40 son los nuevos 30 (lo dicen los de 40, no los de 30), ciertas cosas hacen que de a poquito vaya sintiendo la transición de «treintañero» a «cuarentón»:
– Pienso si lo que voy a comer me puede caer mal (aunque igual termine comiéndolo).
– Los tests de Facebook me provocan arcadas.
– Aumento el tamaño de la tipografía de algunos sitios web.
– Hace rato que no leo el «S!» de Clarín.
– Los desconocidos me tratan de usted.
– Ahora en la calle también miro mujeres de más de 35.
– No me parece divertida la pelea de Zulma Lobato y Mitch.
– Me pregunto si no debería dejar de usar cierta ropa.
– Me quedo solo ante ciertas referencias culturales («¿Quién es Oscar Viale?»).
– Me inquieta la bandita de Atlanta que acampa justo enfrente de mi casa.
– No me gusta mandar SMS y tardo mucho en escribirlos.
– Me tengo que abrigar más que otros años.
Debe haber más, pero no me acuerdo. Mi memoria ya no es lo que era…